Atracciones turísticas cercanas
Cristo de La Habana

Esta escultura representa a Jesús de Nazaret, obra de la escultora cubana Jilma Madera, es la mayor obra escultórica realizada por una mujer. La estatua fue hecha de mármol de Carrara, tiene 20 metros de altura y reposa sobre una base de 3 metros; encontrándose a 51 metros sobre el nivel del mar. Su peso es de unas 320 toneladas, está compuesta por 67 piezas traídas desde Italia, ya que fue esculpida en Roma y bendecida por el Papa. Se emplazó en la Colina de La Cabaña el 24 de diciembre de 1958. Cristo está de pie mirando hacia la ciudad, a esta obra se le dejaron los ojos vacíos para que diera la impresión de mirar a todos desde cualquier punto que fuera observado. Desde su emplazamiento se puede apreciar una hermosa vista de toda la ciudad de La Habana.
Capitolio de La Habana

En los terrenos de lo que fuera la Estación de Ferrocarriles de Villanueva se edificó el Capitolio de La Habana, finalizado en solamente tres años y cincuenta días e inaugurado el 20 de mayo de 1929. En esta edificación de estilo ecléctico funcionó hasta la década de 1950 el Cuerpo Legislativo con sus Cámaras de Representantes y Senado. Al acceder al inmueble en el Salón de los Pasos Perdidos encontramos en el piso una réplica del brillante que marca el km 0 de las carreteras del país así como la colosal estatua de la República inspirada en Palas Atenea con un peso de 49 toneladas y una altura de 17,5 m por lo que es considerada la tercera más alta del mundo bajo techo.
Museo de la Revolución

Obra del arquitecto cubano Carlos Maruri y del belga Jean Beleu, este edificio de estilo ecléctico se terminó en 1920 y fue la sede del Palacio Presidencial. Posee cuatro plantas: La primera acogió a los más importantes espacios del Palacio: Despacho Presidencial, Salón de los Espejos, capilla, Salón Dorado y el local donde radicó el Consejo de Ministros. En el segundo piso se instaló la Residencia Presidencial y en la última el Despacho Presidencial. Fue asaltado el 13 de marzo de 1957 por un grupo de jóvenes con el objetivo de eliminar al dictador Fulgencio Batista. A parte de la historia que cuenta el inmueble en sí, en este museo se pueden apreciar objetos pertenecientes a los combatientes por la lucha contra la tiranía de Batista. En sus áreas exteriores se encuentra el Memorial "Granma", embarcación utilizada por Fidel Castro y más de ochenta combatientes en el retorno a Cuba desde el exilio en México.
Memorial José Martí

Memorial dedicado a la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba, José Martí. Cuenta con salas expositivas y un bello mirador desde donde se puede disfrutar de una bella vista de la ciudad La Habana.
El Templete

Situado en la Plaza de Armas, frente al Castillo de la Real Fuerza, el Templete es un pequeño edificio de estilo neoclásico construido en la primera mitad del siglo XIX, justo en el sitio donde se afirma tuvieron lugar la primera misa pública y el primer Cabildo de la naciente Villa de San Cristóbal de La Habana. El Templete, como fue bautizado el monumento, semeja un templo dórico y conserva en su interior tres valiosas pinturas murales del pintor francés Juan Bautista Vermey. En una de sus paredes se colocó la placa que valida la condición de Patrimonio de la Humanidad del Centro Histórico de la Ciudad.
Plaza de la Catedral

La Plaza de la Catedral está situada en el corazón de La Habana Vieja, en el mismo centro histórico de la ciudad. Es la más conocida de las plazas de La Habana tanto por su belleza como por sus innegables connotaciones históricas, sin duda una de las plazas más armoniosas de América Latina. Está rodeada por edificaciones de estilo barroco como: la elegante catedral de San Cristóbal de La Habana, donde curiosamente reposaron los restos de Cristóbal Colón desde 1795 hasta 1898, año en que fueron trasladados a Sevilla; el centro Cultural Wilfredo Lam, el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras, devenido hoy en el famoso restaurante El Patio y el Museo de Arte Colonial antiguo Palacio de los Condes de C. Bayona. Distingue a la plaza la agradable aura que emana del caminar de los habaneros y turistas, de la sonrisa de las floristas con sus trajes típicos, de la “sabiduría” de Santera que te lee la mano y te predice el futuro, de la alegre música de los sanqueros con sus coloridos trajes o de la profesionalidad y cubanía de la banda de música. Sin lugar a duda una mezcla perfecta para una visita obligada.